Molde profesional de silicona para mini canelés
El molde de silicona para mini canelés de Maé garantiza una cocción y desmoldado perfectos. Realiza los famosos canelés bordelais en nuestro molde de silicona. El éxito de tus canelés radica en la cocción. Debe ser esponjoso por dentro y crujiente y caramelizado por fuera. Por lo tanto, la elección de tu molde para canelés es crucial y desempeña un papel importante en el aspecto de tu canelé.
Con nuestros moldes de silicona Maé diseñados con silicona alimentaria de alta calidad, olvídate de las dificultades para desmoldar. Muchos profesionales adoptan nuestros moldes debido a sus numerosas ventajas. Fabricados en Francia, estos moldes antiadherentes resisten a altas temperaturas que van desde -45°C hasta +280°C, lo que los hace adecuados para un uso intensivo. Comprar productos Maé es garantía de calidad y longevidad.
Para los amantes de los tamaños clásicos, Maé Innovation piensa en ti: hemos desarrollado un molde de silicona para canelés en 400X600 mm, para un canelé de tamaño habitual.
Características del molde para mini canelés
- Dimensiones: 200X300 mm
- Número de cavidades: 28 cavidades
- Dimensiones de las cavidades: Ø25X23 mm
- Volumen de una cavidad: 8 ml
Ventajas de los moldes de silicona Maé
- Silicona alimentaria premium para uso intensivo y profesional
- Resistentes a temperaturas de -45°C a +280°C
- Fácil desmoldado
- Fácil limpieza
- Fabricados en Francia
- Garantía de cumplimiento alimentario (según las normas europeas y americanas)
- Adaptados para su uso en líneas de producción automatizadas
- Pitches de dosificación comunes con muchos Silmaé (la gama de moldes de silicona de Maé Innovation)
- 1 molde de silicona Maé Innovation (Silmaé) está diseñado para múltiples usos
La historia del canelé
La historia de este pastel, emblema de la ciudad de Burdeos, sigue siendo un misterio. Según la leyenda, las monjas de las Annonciades de Burdeos preparaban este pastel para alimentar a los pobres. Burdeos siendo una ciudad importante para el comercio marítimo, era fácil encontrar vainilla y ron. Desafortunadamente, en 1791, el convento cerró y el canelé desapareció. Habría que esperar hasta el siglo XX para que la receta del canelé fuera retomada y mejorada por algunos chefs pasteleros de la región de Burdeos. Fue entonces cuando el canelé se convirtió en el emblema de la ciudad de Burdeos.